Consejos para un sueño saludable para los niños
Dormir bien es un requisito previo importante para el desarrollo saludable de un niño. Aquí descubrirá cuánto sueño necesitamos cuando somos niños y a qué debemos prestar atención para favorecer de forma óptima la relajación y el sueño del niño.
Tabla de contenidos
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Dormir en la infancia
- La duración óptima del sueño para los niños
- Consejos para un sueño saludable para los niños
- Conclusión
1. Dormir en la infancia
El sueño juega un papel central en nuestra salud física y mental, forma la base de nuestro rendimiento y es el período de regeneración y reparación más importante. Por lo tanto, dormir bien es especialmente importante al comienzo de nuestra vida y en la infancia, cuando nos encontramos en las fases cruciales del desarrollo y crecimiento humano. La necesidad individual de dormir varía de persona a persona y también cambia a medida que envejecemos. Cuánto sueño necesitan realmente los niños de diferentes edades, qué diferencia la necesidad de sueño de un niño de la de un adulto y cómo podemos apoyar eficazmente el sueño de los niños, lo aclararemos ahora.
2. La duración óptima del sueño para los niños
Los bebés y los niños pequeños necesitan dormir mucho más que los adolescentes o los adultos jóvenes, ya que el desarrollo y el crecimiento se llevan a cabo principalmente a través de los procesos de regeneración y reparación que tienen lugar durante la noche. Mientras dormimos, se liberan hormonas de crecimiento, se forma el sistema inmunológico y se procesan y almacenan impresiones e información. Por este motivo, los recién nacidos duermen hasta 17 horas diarias y pasan gran parte de este tiempo en sueño REM, o “sueño onírico”.Dado que un bebé recién nacido aún no conoce un ritmo día-noche, estas horas suelen dividirse en 5 a 6 fases de sueño durante el día y la noche.
En los primeros meses y años de vida, los niños se adaptan lentamente al ciclo natural día-noche, el sueño cambia gradualmente del día a la noche y la cantidad total de sueño también se reduce lentamente. Los niños pequeños de hasta 2 años duermen entre 11 y 14 horas como máximo, y para los niños de 2 a 5 años se suele recomendar hasta 13 horas de sueño por la noche. En los años siguientes, la cantidad media de sueño necesaria sigue disminuyendo y se establece un ritmo fijo sin sueño diurno. Para niños de hasta 13 años, se considera óptimo dormir entre 9 y 11 horas.
Edad |
Duración recomendada del sueño |
0 – 3 meses |
14 – 17 horas |
4 – 11 meses |
12 – 15 horas |
1 – 2 años |
11 – 14 horas |
3 – 5 años |
10 – 13 horas |
6 – 13 años |
9 – 11 horas |
14 – 17 años |
8 – 10 horas |
3. Consejos para un sueño saludable para los niños
A los niños probablemente les gustaría renunciar a acostarse por la noche. Es aún más importante apoyarles en hábitos de sueño saludables y garantizar que los niños realmente tengan un sueño regular, suficiente y reparador.
#1 Horarios regulares para dormir y estructuras diarias
Una estructura diaria ordenada y horarios de sueño regulares pueden ayudar a los niños a adaptarse al ciclo natural día-noche y desarrollar un ritmo de sueño constante. Entonces el cuerpo puede prepararse más fácilmente para la fase de descanso por la noche, lo que no sólo tiene un efecto positivo para conciliar el sueño, sino también para dormir toda la noche.
A menudo sucede, especialmente en los niños, que aún no están cansados a la hora prevista para dormir. Incluso a una edad temprana, la necesidad individual de dormir de una persona puede variar mucho porque está controlada por nuestro biorritmo natural y, de hecho, ya está en nuestros genes. A veces, los niños pueden necesitar más o menos horas de sueño en horarios individuales. Entonces no se debe forzar a irse a la cama. En cambio, puede ayudar a promover el cansancio natural del niño a través de actividades tranquilas y relajantes o a ir cogiendo poco a poco el estado de ánimo para dormir mediante pequeños rituales, por ejemplo un cuento antes de dormir.
#2 Mucho ejercicio y ejercicio durante el día
Hacer suficiente ejercicio durante el día es un buen requisito previo para un sueño tranquilo. Mucha actividad, juego y ejercicio al aire libre ayudan a que el niño utilice la energía de forma sensata durante el día y garantiza un agradable estado de agotamiento por la noche. Por supuesto, los niños no sólo deben tener suficientes exigencias físicas sino también mentales y, al mismo tiempo, tener tiempo suficiente para procesar los numerosos estímulos nuevos. Entonces, por la noche, el cansancio y la presión natural del sueño aumentan y favorecen un sueño relajado.
#3 Rutinas de sueño tranquilo y rituales nocturnos
A los niños a menudo les resulta difícil aceptar el final del día y poner fin a las emocionantes oportunidades de juego y actividad. Los rituales fijos por la noche o a la hora de acostarse indican que es hora de relajarse y preparar al niño para el próximo período de sueño. Pasar tiempo juntos antes y durante la hora de acostarse también proporciona una sensación de seguridad y puede ayudar a aliviar los miedos y la emoción. Leer, cantar o contar cuentos con regularidad por la noche no sólo fortalece el vínculo padre-hijo, sino que también garantiza un estado de ánimo tranquilo antes de acostarse.
#4 Un ambiente agradable para dormir
En un ambiente para dormir tranquilo y familiar, es más fácil para los niños encontrar verdaderamente la paz. Un ambiente familiar, su propia almohada y su peluche favorito o una manta de peluche proporcionan una sensación de seguridad y pueden contrarrestar la excitación, la tensión o los miedos por la noche. También debe haber una temperatura ambiente agradable en el dormitorio y se deben evitar el ruido y las luces brillantes. Una luz nocturna ligera y atenuada o determinados aromas también pueden contribuir a crear una atmósfera acogedora y adecuada para los niños y crearle ganas de dormir relajado.
#5 El equipo para dormir adecuado
Un colchón cómodo, una almohada adecuada y un edredón agradable contribuyen decisivamente a un sueño reparador y a un ambiente confortable para dormir. Especialmente durante las fases de desarrollo del niño o durante los períodos de crecimiento agudo, también es importante garantizar una postura saludable al dormir para evitar una postura incorrecta de la columna en la infancia y prevenir dolores o tensión por la mañana.
Los modelos de almohadas ergonómicas habituales suelen ser demasiado duros y altos y no permiten una posición cómoda para dormir porque la constitución física de un niño difiere significativamente de la de un adulto. Por el contrario, los colchones y almohadas especiales para niños se adaptan a la anchura de hombros comparativamente estrecha y a la menor presión de contacto y tienen una altura y un tamaño menor. El equipo para dormir elegido correctamente puede ayudar a mantener una postura saludable de la cabeza y la columna y permitir que los niños duerman cómoda y tranquilamente.
4. Sueño reparador para un desarrollo saludable
El sueño suele ser una prioridad secundaria, especialmente para los niños, porque hay tantas cosas interesantes que descubrir durante el día que la tarde y la noche a menudo llegan demasiado temprano. Durante el día, los niños absorben muchos estímulos e impresiones nuevos, que primero deben clasificarse, procesarse y almacenarse en el cerebro, ¡y esto sucede especialmente cuando duermen! Por lo tanto, es aún más importante apoyar a los niños en un sueño saludable para que puedan desarrollarse de manera óptima y descubrir el mundo con nueva energía día tras día.
5. Conclusión
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Los niños se encuentran en fases importantes de desarrollo y crecimiento y, dependiendo de su edad, todavía necesitan hasta 17 horas (bebés), hasta 13 horas (niños pequeños) o hasta 11 horas (niños mayores y adolescentes) de sueño.
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Los horarios y rutinas de sueño regulares brindan seguridad a los niños y los preparan para un sueño tranquilo por la noche.
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Una vida cotidiana activa con mucho ejercicio y suficiente ejercicio garantiza un agotamiento agradable por la noche y, por lo tanto, favorece el cansancio natural y la presión del sueño.
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Un ambiente agradable y acogedor para dormir promueve la seguridad, la relajación y una sensación de bienestar y, por lo tanto, permite un buen sueño nocturno.
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Las almohadas y colchones especiales para niños garantizan una postura saludable al dormir y previenen las malas posturas y la tensión en la columna cervical.
¡Saludos y hasta pronto!
2 comentarios
Liebe Petra,
ja, ab einem Alter von 3 Jahren kann ein Kissen bereits sinnvoll sein. Das hängt jedoch stark von der körperlichen Entwicklung und den Schlafbedürfnissen des Kindes ab. Am besten ist es, die Verwendung eines geeigneten Kissens einmal auszuprobieren und zu testen, wie sich das neue Liegefühl für das Kind anfühlt.
Liebe Grüße
Alisia
Hallo,mein Enkelkind ist 3 Jahre geworden.
Ist das Kissen für ihn auch schon geeignet?Mit freundlichen Grüßen Petra Farla