La importancia de las fases del sueño
Nuestro sueño se compone de varios ciclos de sueño en los que pasamos por diferentes fases de sueño noche tras noche. Descubra aquí qué fases del sueño existen y qué importancia tienen cada una de ellas para una noche de descanso.
Índice
- ¿Cómo funciona nuestro sueño?
- Las fases del sueño de un vistazo
- La importancia de los ciclos del sueño
- Conclusión
1. ¿Cómo funciona nuestro sueño?
Nuestro sueño es esencial para nuestro equilibrio energético y para numerosos procesos importantes de recuperación, reparación y construcción en nuestro cerebro, tejidos y células. Por lo tanto, un sueño suficiente y reparador es una de las bases más importantes para un funcionamiento corporal saludable y una vida cotidiana eficiente y saludable. Los expertos generalmente recomiendan que los adultos duerman entre 7 y 8 horas por noche, y eso no es una coincidencia. Cada noche nuestro sueño se compone de diferentes ciclos de sueño, que a su vez constan de diferentes etapas de sueño: la fase de conciliación del sueño, la fase de sueño ligero, dos fases de sueño profundo y el sueño REM. Para sentirse descansado por la mañana, es muy importante realizar suficientes ciclos de sueño y darle tiempo al cuerpo para que se regenere. Le ofrecemos una visión general de las diferentes etapas del sueño y le explicamos la importancia que tienen cada una de ellas para un sueño reparador.
2. Las fases del sueño de un vistazo
Fase de sueño
La fase de sueño se refiere a los últimos minutos antes del sueño "real". En esta fase, el cuerpo se apaga, se relaja y descansa. Para los adultos, conciliar el sueño tarda entre 5 y 20 minutos.
Fase de sueño ligero
Durante este período de sueño, nuestros músculos se relajan, el pulso y la respiración se vuelven más uniformes y la temperatura corporal desciende. Pasamos casi la mitad de nuestro tiempo de sueño en este sueño bastante superficial, en el que todavía somos bastante susceptibles a estímulos externos como el ruido o la luz. En promedio, llegamos a la fase de sueño ligero unos 15 minutos después de quedarnos dormidos.
Fase de sueño profundo
La etapa de sueño ligero es seguida por un sueño profundo. Domina el primer tercio de la noche y consigue que nuestro cuerpo se apague aún más, que el ritmo cardíaco y la respiración disminuyan y que la presión arterial baje. En esta etapa, llamada “sueño de ondas lentas”, la frecuencia de las ondas cerebrales disminuye y la actividad nerviosa se reduce significativamente. Ahora las reservas de energía de nuestro cerebro se recargan y se liberan numerosas hormonas y sustancias mensajeras que controlan los procesos metabólicos y de regeneración esenciales. El sueño profundo es, por lo tanto, el período central de recuperación de nuestro cuerpo, en el que se reparan, desintoxican y fortalecen proteínas, células y tejidos, se entrena el sistema inmunológico y se renuevan las reservas de energía. Y nuestro cerebro también está activo, ya que la memoria declarativa, que es responsable de aprender hechos y recuerdos, se forma durante el sueño profundo.
Fase de sueño REM
Después del sueño profundo, pasamos a las fases del sueño onírico, también conocidas como fases REM. REM significa “Movimiento Ocular Rápido”, porque durante estos períodos de sueño nuestro cerebro procesa y evalúa las experiencias del día y movemos los ojos rápidamente hacia adelante y hacia atrás bajo los párpados cerrados. Para que esto funcione, aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, aumenta la presión arterial y nuestro ritmo cardíaco y nuestra respiración también se vuelven más irregulares. Al mismo tiempo, estamos en lo que se conoce como parálisis del sueño, en la que el tronco encefálico bloquea la transmisión de órdenes a nuestros músculos para protegernos de movimientos incontrolados y lesiones durante los sueños vívidos. Durante el sueño REM, tienen lugar importantes procesos de procesamiento y aprendizaje en el cerebro y se forma la memoria procedimental, que forma la base de habilidades subconscientes como las secuencias de movimiento automatizadas y el aprendizaje motor.
3. La importancia de los ciclos del sueño
Durante la noche pasamos por varios ciclos de sueño. Un ciclo dura aprox. Dura entre 90 y 110 minutos y consta de una secuencia fija de las cinco etapas del sueño, en la que la proporción de las fases del sueño dentro de un ciclo de sueño cambia a lo largo de la noche. Al comienzo de nuestro sueño experimentamos períodos más largos de sueño profundo porque son necesarios con urgencia para restaurar las reservas de energía consumidas a lo largo del día. Al final de la noche pasamos más tiempo en el sueño REM, en el que la energía disponible se puede utilizar para funciones cerebrales importantes. Los dos primeros ciclos del sueño, el llamado sueño central, son especialmente importantes para la recuperación del cuerpo y del cerebro y los procesos reparadores más importantes tienen lugar en nuestras células y en el sistema nervioso. Para despertarse completamente descansado por la mañana, es importante realizar entre 4 y 7 ciclos de sueño y, por tanto, dormir entre 7 y 8 horas.
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4. Conclusión
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El sueño consta de varios ciclos de sueño que varían a lo largo de la noche y se dividen en cinco etapas de sueño
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Las cinco etapas del sueño son: fase de conciliación del sueño, fase de sueño ligero, fase de sueño profundo, fase de sueño REM
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Durante el sueño profundo, las reservas de energía se llenan y tienen lugar los procesos de regeneración y construcción más importantes
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Un sueño reparador consta de 4 a 7 ciclos de sueño y, por lo tanto, dura, en el mejor de los casos, entre 7 y 8 horas por noche.