Los trastornos del sueño más comunes en los niños
Los trastornos del sueño pueden ocurrir en la niñez y tener un impacto importante en la salud y el desarrollo infantil. El experto en sueño y pediatra Dr. medicina Alfred Wiater explica qué trastornos del sueño son más frecuentes en los niños y qué pueden hacer los padres para favorecer el sueño de sus pequeños.
Tabla de contenidos
- Cuando los niños no pueden dormir
- Los trastornos del sueño más comunes en los niños
- Conclusión
1. Cuando los niños no pueden dormir
El sueño juega un papel central en nuestras vidas y es particularmente importante en la infancia, cuando nos encontramos en las fases cruciales del desarrollo y crecimiento humano. Un sueño tranquilo y reparador suele ser un gran desafío no sólo para nosotros los adultos, sino especialmente para los niños. Es aún más importante ayudar a los niños a desarrollar hábitos de sueño saludables y a dormir lo suficiente en la turbulenta vida cotidiana. Los problemas persistentes del sueño pueden convertirse en trastornos graves del sueño a una edad temprana y afectar el desarrollo saludable del niño.
Pediatra, médico del sueño y experto en smartsleep®El Dr. explica qué trastornos del sueño ocurren con mayor frecuencia en los niños y cómo los padres pueden tomar medidas activas contra ellos. medicina Alfred Wiater
Es bueno saberlo: En este artículo puedes leer sobre la diferencia entre el sueño en la niñez y la edad adulta y aquí encontrarás consejos útiles para apoyar tu el sueño saludable del niño.
2. Los trastornos del sueño más comunes en los niños
#1 Insomnio crónico
El insomnio crónico es más común en niños y adultos. El insomnio es un trastorno del sueño no orgánico que afecta a conciliar el sueño, a permanecer dormido y a despertarse demasiado temprano y provoca que no estés en forma durante el día. El insomnio crónico ocurre cuando los problemas ocurren al menos tres veces por semana durante un período de uno a tres meses. Aproximadamente entre el 20% y el 30% de los niños y, por tanto, también sus padres, se ven afectados por esto.
El insomnio en los niños puede manifestarse a través de una resistencia considerable a ir a la cama, retrasando repetidamente el sueño y despertándose y llorando repetidamente por la noche. Los niños de hasta 5 años se ven especialmente afectados. En niños mayores y adolescentes, el insomnio suele estar causado por miedos y preocupaciones que les impiden conciliar el sueño y les provocan despertarse una y otra vez.
Primeros auxilios: El insomnio en los niños puede ser un desafío para toda la familia, ¡pero existen opciones de tratamiento efectivas! Una rutina constante a la hora de acostarse y rituales de sueño relajantes suelen ser las primeras medidas que estabilizan el comportamiento del sueño y pueden conducir a una mejora en el bienestar tanto del niño como de sus padres.
#2 Apnea obstructiva del sueño
La apnea obstructiva del sueño (AOS), también conocida como síndrome de apnea obstructiva del sueño, es un trastorno del sueño relacionado con la respiración que afecta aprox. El 5% de los niños se ven afectados. Durante el sueño, las vías respiratorias superiores se estrechan o cierran repentinamente, lo que interrumpe repetidamente el suministro de oxígeno. Por lo tanto, la mayoría de los niños afectados notan pausas en la respiración y ronquidos por la noche. Los niños no duermen tranquilos y suelen presentar síntomas durante el día. A diferencia de los adultos que padecen AOS, la atención no se centra en la somnolencia diurna, sino en un comportamiento hiperactivo e inquieto con concentración y resistencia limitadas.
La causa más común de AOS en niños es el agrandamiento de las amígdalas faríngeas y palatinas. El exceso de peso favorece la apnea obstructiva del sueño, así como la estrechez anatómica de las vías respiratorias superiores, p. b con el mentón hacia atrás, lo que hace que la lengua se desplace hacia atrás durante el sueño y contraiga las vías respiratorias. Pero no todos los niños que roncan tienen apnea obstructiva del sueño. Sin embargo, los ronquidos habituales también podrían alterar el sueño y, por tanto, afectar a los niños durante el día. En caso de duda, una prueba de laboratorio del sueño puede ayudar.
Primeros auxilios: Para muchos niños, la cirugía de amígdalas puede ayudar si las amígdalas en la garganta y el paladar están agrandadas. Si esta no es la causa de la AOS, el tratamiento de ortodoncia temprano y el apoyo miofuncional (es decir, h terapia para mejorar las funciones musculares) puede ser útil. La asistencia respiratoria mecánica durante el sueño, como se utiliza a menudo en los adultos, rara vez se requiere en los niños.
#3 Sonambulismo
Cuando sonambulismo (sonambulismo), se produce un levantamiento repentino de la cama y un comportamiento inusual asociado. Los afectados son inquietos, despectivos y/o agresivos y a menudo llevan a cabo acciones abstrusas y no dirigidas. Están desorientados y reaccionan confusamente cuando se les habla. Existe un alto nivel de insensibilidad al dolor, por lo que también se producen autolesiones.
La incidencia más alta de sonambulismo es del 13,4% a la edad de 10 años. El riesgo de que se produzca sonambulismo aumenta significativamente si uno o ambos padres del niño afectado también son sonámbulos. Para la mayoría de los afectados, la afección se resuelve espontáneamente en la adolescencia. La falta de sueño, las situaciones de estrés psicológico y también la fiebre se consideran factores que pueden provocar o empeorar la aparición del trastorno.
El principal riesgo del sonambulismo es la autolesión. Durante el sonambulismo, los afectados pueden caerse por las escaleras, abrir la ventana y saltar o salir corriendo a la calle. Por lo tanto, no se puede hablar de la proverbial seguridad del sonambulismo. Atención: Despertarse mientras se camina sonámbulo puede provocar un comportamiento agresivo y, en particular, provocar interrupciones innecesarias y perturbaciones del sueño.
Primeros auxilios: La terapia farmacológica generalmente no se utiliza para el sonambulismo en niños y adolescentes. La atención se centra en consejos detallados para clasificar los síntomas como un fenómeno del desarrollo que normalmente desaparece a medida que las personas envejecen. Sin embargo, se recomienda encarecidamente asegurar el entorno para dormir en casa, incluso en entornos desconocidos, para que no se produzcan lesiones durante el sonambulismo.
#4 Terrores nocturnos
Los terrores nocturnos (Pavor nocturnus) ocurren con mayor frecuencia en la infancia y generalmente van acompañados de gritos estridentes y comportamiento temeroso, acompañados de una excitación significativa. El niño suele sentarse en la cama y rechaza cualquier intento de calmarse. Los terrores nocturnos suelen ocurrir durante el sueño profundo y pueden ir seguidos de sonambulismo. Los niños normalmente no recuerdan el episodio de vigilia del día siguiente.
En torno al 34%, los niños de 1,5 años son los más afectados. Un tercio de los niños que tuvieron terrores nocturnos en la primera infancia desarrollaron sonambulismo en la niñez posterior. Por tanto, la aparición de terrores nocturnos puede derivarse de antecedentes familiares de sonambulismo.
Primeros auxilios: Desafortunadamente no existen opciones de tratamiento directo. Lo mejor que se puede hacer es tener un efecto calmante en los niños durante los síntomas. Para poder clasificar claramente el problema también es útil hacer un vídeo de los acontecimientos y dejar que un pediatra lo evalúe.
#5 Pesadillas en niños
Las pesadillas se caracterizan por sueños recurrentes que alteran el estado de ánimo y tienen un contenido amenazador que también se recuerda. A diferencia de los terrores nocturnos, las pesadillas generalmente sólo ocurren durante el sueño REM en las primeras horas de la mañana. Cuando los afectados se despiertan de una pesadilla, rápidamente vuelven a orientarse. La incidencia de pesadillas en los niños alcanza su punto máximo entre los 6 y 6 años. y 10. Edad. Casi todos los niños y adolescentes han experimentado pesadillas, pero alrededor del 5% de ellos las experimentan una vez a la semana o con más frecuencia.
La descripción de los padres o la pareja y los propios hijos son cruciales. Hay que tener en cuenta que los sueños sólo se consideran recordados a partir de los 3 años y una valoración fiable sólo es posible a partir de esta edad.
Primeros auxilios: En la situación aguda después de despertarse de una pesadilla, los niños deben contar brevemente el contenido del sueño para que luego puedan volver a dormirse después de calmarse brevemente. Dependiendo de la gravedad y el contenido del sueño, se recomienda atención psicoterapéutica.
#6 Síndrome de piernas inquietas (SPI)
El síndrome de piernas inquietas (SPI) describe una necesidad desagradable de mover las piernas y, rara vez, también los brazos. Ocurre exclusiva o predominantemente en reposo y relajación, especialmente al atardecer y en la primera mitad de la noche. Por lo general, pero no necesariamente, se asocian otros síntomas como hormigueo, tirón, desgarro, punzadas, sensación de presión, sensaciones dolorosas o sensaciones que el paciente no puede describir con más detalle. Las quejas ocurren en ambos lados con énfasis alternado en los lados. Los síntomas se pueden reducir un poco moviendo las piernas o cambiando de posición en la cama. Sin embargo, los afectados suelen preferir levantarse y caminar porque esto suele detener o aliviar significativamente los síntomas. El SPI tiende a ser hereditario, pero es poco común en los niños y afecta alrededor del 2 al 4%.
Los factores desencadenantes más comunes incluyen la deficiencia de hierro con bajos niveles de almacenamiento de hierro (ferritina).
Primeros auxilios: Primero, se debe examinar el estado del hierro. Una deficiencia de hierro y unos niveles de ferritina ya ligeramente bajos pueden tratarse fácilmente como posibles desencadenantes del SPI tomando hierro adicional.
3. Conclusión
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Los niños también se ven afectados por graves trastornos del sueño, aunque el sueño es particularmente importante para la salud y el desarrollo físico y mental, especialmente a una edad temprana.
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Los trastornos del sueño más comunes en los niños son el insomnio, la apnea obstructiva del sueño (AOS), el sonambulismo, los terrores nocturnos, las pesadillas y el síndrome de piernas inquietas (SPI).
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Los padres pueden apoyar específicamente el sueño de sus hijos adquiriendo conocimientos sobre las peculiaridades del sueño de los niños y, si es necesario, buscando ayuda médica o terapéutica.
¡Saludos y hasta la próxima!