Narcolepsia: el mito de la adicción al sueño
Adicto al sueño: ¿es eso posible? La narcolepsia es una disfunción neurológica y provoca somnolencia diurna extrema, ataques repentinos de sueño o relajación muscular no deseada. Descubra aquí qué hay exactamente detrás de la “enfermedad del sueño” y cómo puede suceder que de repente nos cansemos y nos quedemos dormidos sin control.
Tabla de contenidos
- ¿Qué es la narcolepsia?
- Síntomas típicos de la narcolepsia
- Somnolencia diurna intensa
- Quedarse dormido repentinamente/ataques de sueño
- Convulsiones cataplécticas / Relajación muscular incontrolable
- Sueño nocturno perturbado
- Otros síntomas
- Causas y desencadenantes de la enfermedad del sueño
- Esto es lo que pueden hacer los afectados
- ¿Adicto al sueño?
- Conclusión
Todos conocemos la sensación cuando el cansancio nos vence y nos quedamos dormidos más rápido de lo que nos gustaría. Quien sufre de narcolepsia no sólo se cansa a veces, sino que siempre se siente cansado. Aprox. 40.000 personas en Alemania padecen narcolepsia, también conocida como “enfermedad del sueño” o “adicción al sueño”, y tienen que vivir cada día con fatiga severa, ataques de sueño y reflejos musculares. A menudo se olvida que la enfermedad del sueño no sólo dificulta la vida cotidiana y afecta significativamente a la calidad de vida, sino que también puede provocar accidentes peligrosos. Pero, ¿qué hay exactamente detrás del mito de la narcolepsia y cómo surge esta inusual adicción al sueño?
1. ¿Qué es la narcolepsia?
La narcolepsia es una disfunción neurológica de las áreas del cerebro que controlan nuestro sueño y vigilia. Desvía nuestro comportamiento de sueño-vigilia y se manifiesta, entre otras cosas, en somnolencia extrema o ataques de sueño incontrolables durante el día, de modo que los afectados se cansan repentinamente y se quedan dormidos, incluso en situaciones inusuales. Estas siestas diurnas suelen durar sólo aprox. Entre los síntomas clásicos de la narcolepsia se encuentran entre 5 y 30 minutos, pero también fallos musculares de corta duración, parálisis del sueño y trastornos del sueño nocturno.
Aunque la “adicción al sueño” no pone en peligro la vida, afecta gravemente la vida cotidiana y la calidad de vida de las personas afectadas y, según el estado actual de la ciencia, no se puede curar. Los síntomas pueden comenzar en la infancia y cambiar con los años. Entonces, mientras la mayoría de nosotros sufrimos falta de sueño, quienes padecen narcolepsia tienen que luchar contra la necesidad de dormir todos los días.
2. Síntomas típicos de la narcolepsia
Somnolencia diurna intensa
El síntoma más común de la enfermedad del sueño es la somnolencia diurna excesiva y difícil de controlar, que, sin embargo, no puede atribuirse a falta de sueño ni a dormir mal por la noche. Aunque las personas con narcolepsia se despiertan descansadas por la mañana, normalmente se cansan nuevamente al cabo de unas horas y pueden volver a dormirse poco después de despertarse.
Quedarse dormido repentinamente/ataques de sueño
Debido a las fases extremas de cansancio, los afectados ya no pueden soportar la presión del sueño y se duermen repetidas o repentinamente. Estos ataques de sueño se producen especialmente en situaciones monótonas como leer, mirar televisión o como pasajero en un coche, pero también pueden ocurrir durante actividades realmente activas y más complejas como comer, escribir o hablar. Esto supone un alto riesgo de accidentes y supone un peligro para los afectados o, por ejemplo, para otros usuarios de la vía. Por lo tanto, quien sufre la enfermedad del sueño debe esperar restricciones incluso en actividades cotidianas aparentemente inofensivas y debe evitar peligros en la vida cotidiana.
Convulsiones cataplécticas/Relajación muscular repentina
La cataplexia es la relajación incontrolada de los músculos del cuerpo que se desencadena por la sensación de emociones fuertes como la ira, el miedo, la alegría o la risa. Dependiendo de la intensidad, los afectados pierden el control de uno o más músculos de una parte del cuerpo, como los músculos faciales o de las piernas. Este fallo muscular repentino suele durar sólo unos segundos y no es peligroso en sí mismo, pero en determinadas circunstancias puede provocar caídas o accidentes menores.
Sueño nocturno perturbado
La alteración de la regulación del sueño-vigilia en el cerebro también afecta el sueño nocturno y conduce a un sueño generalmente más ligero y a despertares frecuentes. Las personas con narcolepsia suelen conciliar el sueño rápidamente, pero son más sensibles a los estímulos de vigilia y les resulta difícil permanecer dormidos. Esto significa que el sueño nocturno se vuelve menos reparador y aumenta el cansancio ya intenso durante el día.
Otros síntomas
Otros síntomas de la narcolepsia incluyen parálisis del sueño, alucinaciones relacionadas con el sueño y comportamiento automatizado.
3. Causas y desencadenantes de la narcolepsia
Hace sólo unos años los investigadores pudieron encontrar la causa del desarrollo de la misteriosa enfermedad del sueño. Como disfunción neurológica, el origen se encuentra básicamente en un deterioro orgánico, es decir, no psicológico, de la función cerebral. El hipotálamo es un importante centro de control en el cerebro y es particularmente relevante para la coordinación y el control de nuestro sistema nervioso. Aquí se produce, entre otras cosas, la sustancia mensajera hipocretina (también llamada “orexina”) que, junto con otras hormonas conocidas, como por ejemplo la melatonina, desempeña un papel importante en el mantenimiento y la regulación de nuestro sistema nervioso. comportamiento sueño-vigilia.
En los pacientes con narcolepsia, según el conocimiento actual, las mismas células que producen hipocretina están dañadas o destruidas. Sin la hormona no puede haber una coordinación regulada de nuestros estados de sueño y vigilia y el ritmo de sueño-vigilia así como el control de las fases del sueño y el sueño REM o no REM se confunden. El hecho de que la hipocretina también influya en la recompensa, el comportamiento emocional y nutricional podría ser una de las razones de la cataplejía impulsada por las emociones.
4. Esto es lo que pueden hacer los afectados
La narcolepsia generalmente no es curable, pero tampoco pone en peligro la vida. La terapia farmacológica es posible, pero en última instancia los afectados tienen que aprender a vivir con el cansancio diario y los ataques de sueño. Se deben evitar el estrés, los momentos emocionalmente conmovedores y un ritmo diario irregular. La observancia de algunas reglas de comportamiento en la vida cotidiana ha demostrado ser especialmente eficaz para evitar la relajación muscular y los ataques repentinos de sueño. Estos incluyen, por ejemplo, un ritmo diario regulado con descanso regular o Realizar pausas para dormir durante el día o evitar sustancias estimulantes como la cafeína, el alcohol o la nicotina, por un lado no para favorecer el sueño rápido, pero por otro para favorecer el sueño en sí. A pesar de muchas pausas breves para dormir durante el día, es esencial que las personas con narcolepsia duerman lo suficiente y de forma reparadora para estar saludables y productivas a largo plazo.
5. ¿Adicto al sueño?
Puede haber una variedad de razones detrás de una mayor necesidad de dormir o un cansancio persistente durante el día. Mientras que los trastornos del sueño, la falta de sueño y de ejercicio o la mala alimentación son bastante inofensivos, la narcolepsia, la “enfermedad del sueño”, es una enfermedad grave y deja claro la importancia que tiene realmente la calidad de nuestro sueño para nuestra salud, nuestra vida cotidiana y toda nuestra vida. . Porque a veces menos es más y menos, pero dormir bien suele ser más reparador de lo que pensamos.
6. Conclusión
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La narcolepsia es una enfermedad neurológica causada por una producción reducida de la hormona hipocretina debido a una disfunción en el cerebro.
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Los síntomas comunes de la narcolepsia son somnolencia diurna extrema, inicio repentino del sueño y relajación muscular incontrolable (cataplexia), así como trastornos del sueño.
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La “enfermedad del sueño” no se puede curar, pero se puede tratar en la vida cotidiana con la ayuda de medicamentos y ajustes de comportamiento de los afectados.